Santa Misa de Inicio de Zafra 2025: Un año de esperanza para Central La Pastora

Central La Pastora ha dado inicio oficialmente a la zafra 2025 con la tradicional Santa Misa, un evento que este año se caracteriza por un profundo sentido de esperanza y expectativas de grandes bendiciones. La celebración fue presidida por el Pbro. Alberto Álvarez, quien estuvo acompañado por el Pbro. Eder Parra, párroco de la parroquia Divina Pastora de la comunidad de La Pastora.

El evento, que reunió a más de 200 personas, incluyó la presencia de directivos de la empresa, trabajadores, cañicultores, proveedores, miembros de la comunidad de La Pastora e invitados especiales, todos unidos en un ambiente de camaradería y optimismo. La misa, además de ser un rito religioso, simboliza la unión y la fortaleza de toda la comunidad que gira en torno a la producción de caña de azúcar. Este año, más que nunca, la palabra «esperanza» resonó en las oraciones y mensajes compartidos, proyectando la fe de los asistentes en un año de abundancia y éxito en la cosecha, mientras enfrentan los desafíos del sector con renovada energía.

El Ingeniero Pablo Zubillaga, Gerente General de la empresa, resaltó la importancia de esta misa para marcar el inicio de la nueva zafra. “Estamos dándole inicio a nueva zafra con la misa tradicional, nuestros trabajadores, cañicultores y proveedores nos acompañaron con ánimo. Hemos venido creciendo poco a poco a pesar de las dificultades, pero nuestro compromiso es bastante grande. Nosotros creemos que va a ser un buen año”, afirmó Zubillaga.

Los habitantes de la región y los trabajadores de Central La Pastora confían en que la colaboración y el esfuerzo mancomunado permitirán superar los obstáculos que se presenten durante la zafra, un horizonte que se perfila alentador. Este acto institucional no solo fortalece la identidad de la empresa, sino que también reafirma el compromiso con la producción sostenible y la mejora continua en los procesos de cultivo y cosecha.

Con esta misa, Central La Pastora escribe un nuevo capítulo en su historia, uno donde la fe y el trabajo arduo se entrelazan para cultivar no solo caña, sino también la esperanza de un futuro próspero para todos los involucrados. La comunidad permanece atenta a los resultados de esta zafra, esperando que la dedicación y el espíritu de unidad transformen las expectativas en logros concretos.

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